El
tiempo sin ti
Hoy, mi tiempo cuenta cada
segundo con las heridas de mi piel, que saben al aroma de todos tus besos, que
un día, tu… decidiste dibujarlos dejándolos grabados para siempre. Las agujas
del reloj de mi mano izquierda conectan directamente con mi corazón. Y es que
cada una de ellas aún siguen ancladas en la fecha de tu partida dejando mi
corazón, en el recuerdo de nuestro primer beso. Y como todo el mundo sabe, el
tiempo sin movimiento no es tiempo. El movimiento del paso de las horas, de los
minutos y de cada segundo y con ello, el antes y el después. Aunque ahora para
mí el después no exista porque cada segundo de mi vida se quedó anclado en el
pasado cuando eran caricias en tu piel. Y es tan triste que hoy nuestro “para
siempre” tan solo sea una paradoja del “no pudo ser”. ¿Cuánto es para siempre? Y
¿Cuánto es un instante? Porque ahora para mí un instante es para siempre un recuerdo
de nuestra historia y él para siempre…él para siempre…no es de nadie.
A pesar de la complejidad
del tiempo, yo, si pudiese explicarlo no podría explicarlo sin ti. Porque estás
anclado en él, tanto, como lo estás en mi alma. Y es que mi tiempo no puede ser
independiente de ti, porqué solo tú, formas cada uno de mis espacios. Y aún queriendo
borrarte de mi mente y anclarte en el pasado, aún así, te pienso. Te imagino de
noche, recorriendo cada una de aquellas calles que solíamos patearnos los dos,
cogidos de la mano, mientras tú me sonreías. Aquella sonrisa que tú no sabes,
pero a mí, me hacía sentir tan tuya. Te imagino en cada uno de los hostales
donde solíamos dormir, en algunos de aquellos colchones duros, pero que se convertían en seda cuando me
tumbaba sobre tu pecho. Tú querías jugar, pero solías empezar por comportarte
como un niño pequeño para hacerme sonreír. Pero te imagino sobre todo como aquellas
veces, mis preferidas, cuando te abrazabas a mí como si el mundo se fuese a
acabar en dos días.
El tiempo es cruel,
dibujando cicatrices a cada segundo de su paso. Y es que ahora, mi corazón
parece una obra de arte dolida por tu ausencia. Pero al menos, el tiempo me
convertido en verso para susurrarle al viento mis poemas y que te diga en voz
baja al oído…lo mucho que te quiero. Y es que, no sé si has escuchado lo que
van diciendo por ahí, eso de que…”El tiempo pone a cada uno en su lugar” Y
ojalá…ojalá, que mi lugar, sea contigo.
El tiempo sin ti (en youtube)
Cris Mironescu
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